Marina Utrilla*
Esto es sólo una reflexión de mis últimas semanas, ajetreadas y entre tiendas, que han hecho surgir este título y me han animado, de paso, a escribir el contenido. Estamos a mitad de octubre, pero parece más bien, mitad de septiembre; entro en varias librerías donde el mayor orden lo encuentro en los renglones de los libros que ojeo y en la cola que, increíblemente, llega hasta la calle. Un padre pide un libro de inglés, el de actividades, cuyo título ya le cuesta pronunciar, pero está agotado: ¿Me lo podría pedir? No, es que ya no quedan ejemplares en la editorial. Se queda sin saber qué decir, así que le cuenta que su hija lleva semanas sin el libro, que la profesora se lo exige pero que no le vale el de su hermana de hace dos años porque ha cambiado. Está enfadado, no sé si con la tienda, la editorial, la profesora o el colegio; el otro escucha y asiente con cara de “comprendo” mientras coge el teléfono, tampoco tiene respuesta, habrá que esperar. Lee el resto de esta entrada »
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