Las nuevas tecnologías han permitido a 14 entidades de países como Argentina, Colombia y España entrar en contacto para intercambiar experiencias con un único objetivo: aprovechar las artes escénicas para trabajar contra la exclusión.
En el centro cívico autogestionado Ateneo Popular de Nou Barris, en Barcelona, jóvenes de entre 16 y 25 años se reúnen cada semana para participar en la Escuela profesional de circo Rogelio Rivel. La idea de esta iniciativa es ofrecer una oportunidad a los chicos y chicas de convertirse en profesionales del circo pero, además, proporcionar un espacio en el que puedan encontrarse y expresarse.
Al otro lado del mundo, en las regiones colombianas de Urabá, César y Cauca, la asociación cultural Disparate Magdalena lleva a muchos municipios de la zona afectados por el conflicto armado juegos malabares, acrobacias y teatro para que la gente olvide por un momento la violencia que afronta. La entidad, que nació a raíz de un circo itinerante montado por Payasos sin Fronteras hace ocho años, también forma a niños y jóvenes en las técnicas del circo.
Tanto la escuela de circo Rogelio Rivel como la iniciativa de Disparate Magdalena comparten un mismo objetivo: utilizar las artes escénicas para promover la participación de niños y jóvenes e incidir en la realidad social en la que trabajan. Para llevar a cabo esta labor, los dos proyectos trabajan de manera conjunta con otras doce organizaciones de países como Nicaragua, Argetina, Francia y Chile, en el marco de la llamada Xarxa Groga, una red euroamericana de entidades que trabajan con jóvenes en proyectos socioculturales.
La iniciativa la puso en marcha hace cuatro años la fundación colombiana Imago, la escuela de circo Rogelio Rivel y Payasos sin Fronteras y después se añadieron otras como el Ateneu Popular 9 Barris, la fundación argentina Vida Joven, la Escuela Mapuche de Chile y la Casa Amarilla, que gestiona la herramienta online.
Todas ellas trabajan en proyectos socioculturales con chicos y chicas en situación de riesgo de exclusión y, con esta labor en red, pretenden crear puentes que enriquezcan las experiencias que ya se llevan a cabo y compartir saberes. A través de esta red, por ejemplo, apoyan la búsqueda de recursos que permitan hacer avanzar y consolidar sus proyectos y promocionan el voluntariado y el intercambio entre organizaciones.
De esta manera se fortalecen proyectos como el de la Escuela Mapuche del Valle de Elicura, en Chile, un espacio que enseña a los más jóvenes bailes, ceremonias, juegos y deportes tradicionales de pueblos como los we ke cke y los pichi ke che, y les permite identificarse y aprender a valorar su cultura. O la iniciativa que Graines de Soleil impulsa en Francia y que pretende, a través de las artes escénicas, promover la participación de jóvenes magrebíes y promover la multiculturalidad.
Como explican desde la red Xarxa Groga, se trata de utilizar el arte para el cambio social ya que éste, en cualquier parte del mundo, es una buena herramienta para reducir la pobreza, además de otras medidas económicas, políticas y sociales que se puedan aplicar.
Más información en Red Xarxa Groga
(Noticia publicada en Canal Solidario, 15-05-07)
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